jueves, 3 de enero de 2008

¿Es razonable creer en Dios?

Nota: El siguiente texto es una lección preparada para el grupo de adolescentes de mi iglesia sobre el tema "Apologética". Creo que quizás fue un poco difícil para los adolescentes, y quiero modificarlo en ese sentido, pero aquí ofrezco la versión original. Espero que lo disfruten!
¿Es razonable creer en Dios?
Joel A. Naranjo

I. Introducción

1. ¿Qué es la apologética?

“Apologética es la disciplina que trata de una defensa racional de la fe Cristiana. Viene de la palabra griega apología que significa dar una razón o defensa”[1]. En la presente lección comenzaremos a estudiar la disciplina de la apologética. Es decir, investigaremos cómo es posible defender la fe Cristiana de los ataques intelectuales de los que es objeto por parte de la cultura contemporánea. Nuestros adolescentes son víctimas de estos desafíos, tanto por parte de sus pares, profesores, o aun de sus propias lecturas e investigación para aquellos que son más dados a ello. Como iglesia estamos constantemente animándolos a perseverar en la fe y guardarse en santidad, pero pocas veces entregamos herramientas para enfrentar los desafíos intelectuales a su fe con que se encuentran en su experiencia diaria.

2. Fundamento y utilidad de la apologética

Se objeta a veces a la disciplina de la apologética el no tener un fundamento bíblico. Sin embargo esto no es exacto. El texto bíblico clásico para justificar la empresa apologética es 1 Pedro 3:15: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes”. En este sentido, la disciplina que estudiamos es auxiliar a la tarea evangelística. Nuestro primer deber es anunciar a otros las Buenas Noticias acerca de Cristo (Mr. 16:15). Ahora, si en esta tarea encontramos a quienes nos exigen razones que justifiquen nuestra creencia, debemos estar preparados para darlas. En segundo lugar, como veremos más adelante, el estudio de la apologética es útil para fortalecer la fe de los creyentes, especialmente de los adolescentes. Si bien nuestra fe no se funda en argumentos, estos puedes ayudarnos a “apuntalarla” cuando las dudas nos asedian.

3. ¿Es razonable creer en Dios?

El campo de acción de la apologética es muy amplio. Abarca temas filosóficos, históricos, filológicos, etc. En el presente estudio, obviamente, no se pretende abarcar todo el espectro, si no un solo aspecto muy específico, y sin embargo, fundamental. Trataremos de responder a la pregunta “¿Es razonable creer en Dios?”. Si reflexionamos un momento, es fácil advertir que la respuesta que demos a esta pregunta es fundamental para todo el tema de la defensa de la fe. Si no es razonable creer en Dios, de poco sirve preguntarse si la Biblia es su palabra, si Jesús es el Hijo de Dios, o si Él esta interesado en nosotros. Este estudio es principalmente de carácter filosófico, aunque se procura exponerlo en los términos más simples posibles, para hacerlo comprensible a la mayor cantidad de gente posible. Yo mismo no pretendo tener un conocimiento más que superficial de la filosofía, y por lo tanto no podría escribir un tema demasiado complejo en la materia.

II. Racionalidad y creencia en Dios

4. La objeción evidencialista

Seguramente muchas veces nos hemos encontrado con la objeción de que creer en Dios es irracional. Más específicamente, lo que se objeta es que si no tenemos evidencia, pruebas de que Dios existe, nuestra fe en Él es irracional, y por lo tanto es incorrecto sostenerla. Muchos teístas[2] han concedido este punto e “insisten en que la creencia en Dios requiere una evidencia y que tal demanda debiese y puede ser cumplida”[3]. Así, desde hace mucho tiempo, una gran cantidad de pensadores teístas, especialmente cristianos, han procurado desarrollar argumentos que prueben la existencia de Dios. Esta posición ha sido denominada como “evidencialismo clásico”, y puede definirse como la tesis que sostiene que la “creencia teísta es racional o constituye conocimiento sólo si una persona basa su creencia en evidencia, tiene evidencia para esta creencia o al menos hay evidencia disponible para ella”[4]. En este punto, es necesario distinguir entre dos cuestiones distintas. Por un lado el tema de la existencia de Dios, y por otro, el de la racionalidad de creer en Dios. Estos temas son distintos, ya que la objeción al teísmo que estamos analizando no se pregunta por la existencia de Dios. Dice “bien, es posible que Dios exista, pero la verdad es que no podemos saber si esto es así o no. Lo que si sabemos es que es irracional creer en Dios ya que no tenemos evidencia para ello”[5]

El problema que le ocasiona al teísta aceptar la tesis evidencialista es el hecho que la gran mayoría de los creyentes no han llegado a la fe por medio de un argumento. Es más, la mayoría de ellos no conocen los argumentos a favor de la existencia de Dios, y muchos seguramente no están en condiciones de comprenderlos. Al aceptar que la creencia en Dios es racional solo si tiene un argumento o evidencias que la apoyen, estamos indirectamente reconociendo que la gran mayoría de los creyentes son irracionales en su fe.
5. Evidencialismo y Fundacionalismo

Sin embargo, ¿es necesario aceptar el presupuesto que está detrás de esta objeción?. Necesitamos conversar un poco acerca del tema de la epistemología. La epistemología es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza y el ámbito del conocimiento[6]. Es la ciencia que se pregunta ¿es posible conocer algo?¿qué podemos conocer?¿cómo podemos conocerlo?.

La idea epistemológica que esta detrás de la objeción evidencialista (OE), es la de que, para que una creencia sea racional, debe estar basada en evidencia. Seguramente esto es lo que piensan muchos de quienes nos exigen evidencia para creer en Dios, y nos acusan de tener una fe ciega. Sin embargo, si pensamos un poco en ello, no es difícil ver que esta popular idea es falsa. Si fuera cierto que para creer racionalmente en algo es necesario tener evidencia, entonces necesito evidencia para creer que para creer racionalmente en algo necesito evidencia. Pero luego necesito evidencia para creer que necesito evidencia para creer que necesito evidencia…. Y así sucesivamente. El resultado es un regreso al infinito, y nunca podríamos conocer nada.

Es por lo anterior que la posición recién expuesta probablemente no ha sido sostenida por nadie que haya reflexionado seriamente en el asunto. No podemos estar exigiendo evidencia para todo porque al final no tendríamos evidencia para nada. Necesitamos alguna creencia que no requiera evidencia, que sirva de fundamento para poder adquirir otras creencias. Es como un edificio para el que primero es necesario poner los cimientos sobre los que se sostendrá toda la estructura. Esta posición es conocida como fundacionalismo. Las creencias que están el los cimientos son creencias básicas. Las creencias que están en la superestructura son no básicas y reciben su justificación de las creencias justificadas de los cimientos.[7] ¿Es posible que la creencia en Dios pueda ser una creencia básica y que, por lo tanto, no necesite evidencia para ser creída?. Según la forma de fundacionalismo conocida como “fundacionalismo clásico” (FC), la respuesta a esta pregunta es “no”. Esta idea ha sido desarrollada desde la Ilustración, en los siglos XVII y XVIII, y es la base de la forma de pensar de mucha gente en la actualidad, aún sin saberlo. Si bien hay discusiones al respecto, el FC sostiene que las creencias básicas solo son las “auto-evidentes, incorregibles o evidentes a los sentidos”[8]. Todas las demás creencias son no básicas, y por lo tanto sólo pueden creerse racionalmente en base a estas o a otras que estén basadas en creencias básicas. Como la creencia en Dios no entra en esta estrecha definición de creencia básica, necesitamos evidencia para creerla justificadamente.


III. La creencia en Dios es razonable

6. Críticas al Fundacionalismo

Sin embargo, ¿es tan razonable la posición del FC?. Según varios filósofos contemporáneos, especialmente los pertenecientes a la escuela denominada “Epistemología Reformada”, no lo es. Hay varias críticas que se le hacen:

En primer lugar, FC es intrínsecamente incoherente. De acuerdo al FC

“una persona sería racional al aceptar FC sólo si FC es apropiadamente básico o apropiadamente no básico. Pero FC no es auto evidente ni evidente respecto a la experiencia introspectiva inmediata de uno, así que no es apropiadamente básico. Así que CF es racional sólo si esta implicado o es hecho probable por otra creencia racional… ningún fundacionalista clásico ha provisto todavía tal inferencia”[9]

Es decir, FC no cumple con sus propias exigencias, no es una creencia básica y tampoco puede demostrarse en base a otras creencias, básicas o no básicas. Por lo tanto “FC, de acuerdo consigo mismo, es irracional. Si FC fuera verdad, sería irracional aceptarlo. ¡Mejor simplemente rechazarlo!”[10]

En segundo lugar lugar, “si suponemos que FC es verdad, entonces muy pocas de nuestras creencias diarias, de sentido común, serían racionales”[11]. Por ejemplo, nadie ha podido probar que la existencia de otras mentes, que efectivamente dentro de los cuerpos que vemos efectivamente hay personas que piensan y sienten. No podemos entrar en el fuero interno de otros para ver si realmente hay una mente ahí. Tampoco podemos probar la existencia de un mundo material más allá de nosotros, o la existencia del pasado. Se han propuesto argumentos para probar estos hechos, pero son al menos tan no concluyentes como los argumentos en pro de la existencia de Dios. Y estas son creencias fundamentales en todo lo que pensamos y hacemos, de modo que si no podemos creer racionalmente en estas cosas, probablemente no podemos creer en nada más.

De hecho, la verdad es que como seres humanos estamos dotados de una serie de facultades cognitivas, facultades a través de las cuales conocemos la realidad. Así, por ejemplo, conocemos el mundo exterior por medio de la percepción, las verdades a priori por medio de la razón, la existencia del pasado por medio de la memoria, la existencia de otras personas por medio de lo que Thomas Reid llama “simpatía”[12]. Algunos, todavía aferrados al evidencialismo, dirán que no puedo confiar en los resultados de estas facultades a menos que tenga evidencia que las respalde. Sin embargo, como afirma Richard Swinburne “Es un principio básico del conocimiento, que yo he llamado ‘principio de la credulidad’, el que tenemos que creer las cosas tal como parecen ser, hasta que tengamos evidencia de que estamos equivocados”[13]. En otras palabras “debemos considerar las creencias inocentes hasta que sean probadas culpables y no culpables hasta que sean probadas inocentes”[14]. Por ejemplo, el hecho de que sea posible que mis sentidos me engañen, ¿significa que no debo creer en la existencia del mundo exterior hasta tener evidencia que lo verifique? De ser así no podría conocer nada, ya que cualquier evidencia dependería también de mis sentidos. El hecho de que mi memoria pueda fallar ¿significa que no debo confiar en ninguno de mis recuerdos hasta tener más evidencia?. O el hecho que la gente mienta a veces ¿significa que no debo creerle jamás a nadie?. No parece razonable. Lo más razonable es considerar las creencias que nacen de nuestras facultades cognitivas como verdaderas (y básicas), hasta que tengamos evidencia de que tal o cual creencia esta equivocada.

7. La fe en Dios es razonable

¿Y que pasa con la creencia en Dios? Nuestra fe en Dios, al igual que la creencia en el mundo exterior o en otras mentes, no es una idea que nazca la nada, si no de un mecanismo cognitivo. Este es la obra del Espíritu Santo en nosotros. El Evangelio de Juan dice “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. (Jn 16:7-8)”. La Biblia nos dice que el hombre en su condición natural es incapaz de conocer a Dios (1 Co. 2:14)[15] porque “El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Co 4:4). Por eso es necesario que Dios mismo se nos revele por medio de la obra de su Espíritu:

“Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.” (2 Co 4:6) ;

“Pero hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la cual ninguno de los poderosos de este mundo conoció… Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios,”(1 Co 2:7-10)

Estos son sólo algunos de los textos bíblicos que tratan el asunto en discusión[16]. El Espíritu Santo, especialmente por medio de la Escritura[17], ya sea leída u oída en predicaciones, nos convence de que hay un Dios, que la Biblia es su Palabra, que estamos bajo su justo juicio por nuestro pecado y necesitamos ser salvos por medio de Jesucristo.

Lo relevante para el tema que estamos tratando, es que el medio por el cual llegamos a la fe es análogo a los medios por los que conocemos otras cosas. De hecho, es una forma de conocimiento por testimonio, que es como conocemos la mayoría de las cosas, con la diferencia que en este caso quien da el testimonio es un ser sobrenatural. Y como en el caso de los otros medios de conocimiento, lo razonable no es sospechar de nuestra creencia en Dios hasta tener pruebas que la confirmen, si no creer con buena conciencia hasta que tengamos razones para creer que es falsa.

8. El valor de los Argumentos

Aquí entran a jugar el tema de los argumentos. Si bien, según lo que hemos visto, no necesitamos argumentos o evidencias para creer razonablemente en Dios, es posible que nos encontremos con gente que no solo nos exija evidencia para creer en Dios (cosa que es innecesaria) si no que nos exponga a evidencia contraria al teísmo, a razones que pongan en duda la existencia de Dios. Y para eso son necesarios los argumentos apologéticos, tanto aquellos acerca de la existencia de Dios, como de la confiabilidad histórica de la Biblia, o de la resurrección de Cristo, etc. Cumplen la labor, en primer lugar, de fortalecer nuestra propia fe, para poder compartir el evangelio con seguridad. Del mismo modo que yo no creo que hace años fuí a Chiloé porque tengo fotos, si no porque me acuerdo perfectamente que fuí, el tener fotos confirma mi memoria en caso que llegara a dudar de ella. Y, en segundo lugar, pueden ayudar a derribar prejuicios[18] en el no creyente para abrir el camino a que el Espíritu le convenza.

IV. Conclusión

Finalmente, en la práctica, ¿de que nos sirve todo lo que hemos hablado al momento de enfrentarnos a gente que critica como irracional nuestra fe? En primer lugar, como estrategia, podemos hacerle ver que los presupuestos en que se funda su objeción no son adecuados. En segundo lugar, hacerle ver que somos perfectamente racionales en creer en Dios, hasta que nos den una razón irrefutable en contra. Luego, invitarle a ponerse en el caso que Dios en efecto existiera y a preguntarse que pasaría si Él le hablara, ¿tendría una mente lo suficientemente abierta como para dejar de lado por un momento sus presuposiciones y considerarlo seriamente, o se dejaría llevar irracionalmente por sus prejuicios racionalistas? Aun más ¿es posible que Dios ya le haya hablado, pero que debido a sus prejuicios no estuvo dispuesto a escuchar?. Y junto con esto, por supuesto, presentar el Evangelio, con la esperanza que el Espíritu de Dios le convenza “de pecado, de justicia y de juicio”.

BIBLIOGRAFÍA

- Geisler, Norman (ed.); “Baker’s Encyclopedia of Christian Apologetics”; en http://www.biblecentre.net/theology/books/ng/eca-Index.html

- Clark, Kelly James; “Como cree la gente real: Una defensa de la Epistemología Reformada” ; en www.contra-mundum.org/castellano/clark/Cree_gente.pdf

- Sudduth, Michael; “Contemporary Reformed Epistemology: The epistemic immediacy of Theistic Belief”; 2001; http://www.homestead.com/philofreligion/files/ROCH6.htm

- Plantinga, Alvin; “Warranted Christian Belief”; 2001; Oxford University Press; New York

- Steup, Mathhias; “Epistemology” en “Stanford Encyclopedia of Philosophy” http://plato.stanford.edu/entries/epistemology/

- Clark, Kelly James; “Religious Epistemology” en “Internet Encyclopedia of Philosophy”; http://www.iep.utm.edu/r/relig-ep.htm

- Swinburne, Richard; “The Justification of Theism”; http://www.leaderu.com/truth/3truth09.html
NOTAS

[1] Geisler, Norman (ed.); “Baker’s Encyclopedia of Christian Apologetics”; en http://www.biblecentre.net/theology/books/ng/eca-Index.html

[2] “Teísmo es la cosmovisión de que un Dios personal e infinito creó el universo y milagrosamente interviene en él de tiempo en tiempo” Geisler; Ob. Cit.

[3] Clark, Kelly James; “Como cree la gente real: Una defensa de la Epistemología Reformada” ; en www.contra-mundum.org/castellano/clark/Cree_gente.pdf

[4] Sudduth, Michael; “Contemporary Reformed Epistemology: The epistemic immediacy of Theistic Belief”; 2001; http://www.homestead.com/philofreligion/files/ROCH6.htm

[5]Ver Plantinga, Alvin; “Warranted Christian Belief”; 2001; Oxford University Press; New York; pp. viii-x

[6] http://en.wikipedia.org/wiki/Epistemology

[7] Steup, Mathhias; “Epistemology” en “Stanford Encyclopedia of Philosophy” http://plato.stanford.edu/entries/epistemology/

[8]Plantinga; ob. cit.; p. 84.

[9] Sudduth; ob. cit.

[10] Clark, Kelly James; “Religious Epistemology” en “Internet Encyclopedia of Philosophy”; http://www.iep.utm.edu/r/relig-ep.htm

[11]Sudduth; ob. cit.

[12] Plantinga; ob. cit.

[13] Swinburne, Richard; “The Justification of Theism”; http://www.leaderu.com/truth/3truth09.html

[14] Sudduth; ob. cit.

[15]“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”

[16] Otros textos, sin ánimo de ser exhaustivo, son Heb.10:32; Hch. 26:18; Ef. 1:18.

[17]“y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús.” (2Ti 3:15 RVA)


[18] “Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo” (2Co 10:5 RVA)

2 comentarios:

Srta. Pitta! dijo...

hola!
nunca havia pasado por aca
encontre leyendo comentarios de otro blog
y me latio que eras tu, asi que entre =D
muy buen tema
me gusto mucho
pero yo lo havia escuchado antes, no recuerdo bien si de tu parte o no! pero hay cosas que se me aclararon ahora, o que no recordaba ^^
cuidate montones
mil bendiciones para ti
que estes super bien
bye!


=D
Soy la Paloma Méndez!

kazzette dijo...

holi! jajaja

la firme no lo lei! pero lo leere!! es que tengo sueño, flojera, y acabo de llegar ... pero demas que esta bueno! :D

nada po, este es mi blog! no es tan profundo ni abacano como el tuyo, pero entenderas que solo soy diseñadora, y potencial aun po, :P, si bueno jajajaja

y ahi tengo el video "a letter from hell" en ingles y español! pero como tu soy bilingue lo ves en ingles nomas jajajaja aaaaaaaaa!! y no es metal!!!!! xP

ya chaito!
bendiciones!!
un beso!

:PPP